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agosto 2, 2022
Las cualidades emprendedoras que la pandemia nos enseñó a desarrollar tanto a nivel personal como profesional son muchas. A continuación, te nombramos algunas de las más importantes.
Las cualidades emprendedoras que la pandemia nos enseñó a desarrollar tanto a nivel personal como profesional son muchas. Como población, supimos afrontar las adversidades que la situación nos plantó en cara.
Y más allá del lado negativo, muchos tuvieron la oportunidad de sacar provecho a la situación y transformar su visión y perspectiva de la realidad pese al golpe económico.
Los emprendimientos fueron clave para encontrar otras rutas de sustento, abriéndose poco a poco paso en el mercado. El reto fue cambiar la perspectiva y despertar nuevas cualidades emprendedoras.
Para plasmarlo en ejemplos, a continuación detallamos varias de ellas.
Son varios los puntos de vista sobre la toma de riesgos. Para la mayoría, es posible que ser arriesgado no sea lo más inteligente y para otros, puede ser una acción alocada.
Esto puede cambiar si profundizamos un poco más la palabra “riesgo” en un ambiente empresarial. La verdad es que el riesgo forma parte del día a día para un emprendedor, donde cada adversidad y reto supone una decisión difícil siempre.
Un emprendedor debe perder el miedo al riesgo y si bien en un principio puede ser complicado, para aquellos quienes contaban con un emprendimiento durante la pandemia, han tenido que dejar el temor atrás.
Por supuesto, no todo puede ser bueno ya que es posible fallar en algunas decisiones. Pero, a pesar de ello, el aprendizaje y la experiencia siempre quedará presente. Por la pérdida de miedo, se pudo avanzar más rápido en ese sentido.
Fueron muchos los problemas que se afrontaron durante la pandemia, situación que obligó a los emprendedores a ver soluciones, retos y aprendizaje. El desafío de la realidad vivida en el país obligó a todos a adaptarse al cambio con mucha rapidez.
Pese a la dificultad del panorama, la mayoría de los empresarios han optado por buscar nuevas oportunidades y soluciones frente a los inconvenientes que antes no veían con claridad.
El emprendedor está en una búsqueda constante de mejora continua, intentando impactar positivamente en cada una de las acciones ejecutadas en el día a día.
Desde el momento que forman un negocio hasta el planteamiento de la estrategia, es importante para ellos poder contar con la productividad y cooperación para llegar a las metas.
En ese sentido, un empresario exitoso ha pasado a desarrollar una visión integral sobre las cosas y, en el caso de que seas emprendedor, debes enfocarte en lo mismo.
Esto te será de utilidad, especialmente al momento de entender la necesidad de las personas. Esa cualidad emprendedora de poder ver las cosas de manera completa te será de ayuda para resolver conflictos, hacer negocios, mejorar los productos y servicios e inspirar a otros.
Cuando estamos amarrados a la zona de confort, es más complicado ampliar nuestra visión y en general, lograr un crecimiento. Si el emprendedor se mantiene atrapado, estará sacrificando parte de sí mismo, limitando en gran medida el progreso.
Para cualquier emprendedor el hecho de enfrentarse a una situación como la pandemia, lo ha obligado a adentrarse en tierras desconocidas y tratar de fluir, creando y adaptándose a la situación.
Es cierto que un negocio no crecerá de la noche a la mañana, para eso es necesario contar con constancia y perseverancia, especialmente cuando estamos emprendiendo.
Si de algo nos ayudó la pandemia, fue de despertar esa cualidad emprendedora para fortalecernos mentalmente y encontrar la fuerza necesaria para salir adelante, continuando con actividades que en un momento resultaron difíciles por la situación.
Estos dos puntos son esenciales dentro de las cualidades emprendedoras. De allí nacen las ideas de productos, servicios y soluciones que podemos ofrecer en nuestro negocio. Es un punto clave para todos, ya que además, ofrecen la capacidad de mejorar, adaptarse y continuar aportando valor.
La inteligencia emocional es un grupo de habilidades sociales que involucran conceptos como la empatía o el autocontrol. Por supuesto, cada uno de estos puntos forman un perfil más completo del emprendedor, haciéndolo capaz de crear comunicaciones más asertivas con los clientes y ayudándolo a comprender mejor las emociones y motivaciones.
De esa forma, es posible que una relación a largo plazo se mantenga estable y genere resultados positivos en el negocio.
Como puedes ver, son muchas las cualidades emprendedoras que los empresarios han podido mejorar o adquirir durante la pandemia. Por supuesto, todas ellas son importantes y suman valor al perfil de cada individuo, especialmente cuando se trata de afrontar adversidades como la vivida.
